Cuento 3

Una noche cualquiera Luz estaba sentada mirando como su padre trabaja por sacar su familia adelante y a su vez como cuidaba de su mujer que tenia parálisis en todo su cuerpo, era de las pocas veces que podía ver a su padre ya que trabaja todos los días en diferentes trabajos y visitaba a su mujer en el hospital todos los días de la semana. Eso significaba que Luz vivía prácticamente sola, se encargaba de su casa, de ir al colegio, de cocinarse, de limpiar la casa, de organizar todos los pagos de las facturas.

 Todos estos trabajos eran excesivos para una niña de 14 años pero ella los aceptaba ya que entendía que debía ayudar a su familia. Los años pasaban y todo seguía su curso sin problemas, pero Luz debía irse a estudiar fuera de Madrid por que su mayor ilusión era poder estudiar enfermería para poder atender a su madre y así seguir ayudando a su padre. La separación fue dura por que a pesar de que estaba acostumbrada a estar y vivir sola, se embarcaba en una aventura que debía costear ella misma, es decir debía estudiar y trabajar a la vez.

La adaptación en Madrid fue fácil, todo el mundo la recibió con los brazos abiertos, ademas debido a su situación la universidad le concedió la beca y el ministerio también, por lo que solo debía encontrar trabajo para seguir manteniéndose, este no tardo en llegar y por las tardes trabaja como operadora de una compañía de móviles. También consiguió echarse su primer novio del cual se enamoró profundamente y pasaron unos años fantásticos.

Pero como siempre todo tiene un final y este llego en su graduación, debía despedirse de todos sus compañeros y de su novio, y cumplir su promesa de cuidar a su madre para liberar trabajo a su padre. Y asi lo hizo, volvió a su pueblo. Pasó una temporada dura ya que echaba de menos a su novio. Un día su novio se presentó en la puerta de casa y desde ese día viven juntos y mas felices que nunca.

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