Cuento 2

Erase una vez una niña pequeña que su mayor sueño era ser enfermera, se llamaba Nahí, cuando jugaba solo sabía curar a sus muñecas y atender a su hermano pequeño como si fuera un paciente. Su madre se sentía orgullosa de su hija al ver que quería ayudar a otras personas pero a la vez preocupada por que no sabía como podía costear todos esos estudios, por eso a medida que crecía su madre intentaba inculcarle que debía dedicarse las labores de la casa como ella.

Eran los años 20 y toda persona de raza negra era menospreciada no eran considerados como personas,solo se dedicaban al servicio en las casas de los blancos, la madre de Nahí, trabaja de interna en la casa de una familia rica blanca, donde trabaja de manera atroz todos los días debido a que el patrón de la casa era muy racista pero la mujer trataba de ayudarla cuando el marido no se daba cuenta.

El tiempo pasaba y Nahí crecía rápidamente, era una alumna ejemplar, sus profesores quedaron asombrados del esfuerzo que realizaba todos los días para poder aprender mas y mas, pero la educación  primaria terminó y en esa época las niñas negras debían dedicarse a la atención de una familia, este era un problema para Nahí que quería seguir estudiando pero la sociedad no le dejaba. La madre de Nahí veía como su hija lloraba todos las noches por que no podía seguir estudiando, asi que en un acto de valentía pidió ayuda a la mujer de donde trabajaba y esta accedió a ayudarla, consiguió que una profesora retirada de su profesión enseñara a su hija pero a cambio la mama de Nahí debia trabajar también para esta señora en las horas de la noche, ella accedió. Nahí siguió estudiando en "secreto" y siguió demostrado su potencial.

La sociedad empezó a cambiar y se permitía estudiar a los negros carreras avanzadas, Nahí empezó los estudios de enfermería y no tardo en destacar, todo iba de manera esplendida pero no todo sería bonito, a pocos días de graduarse la mama de Nahí murió, todo fue debido al gran esfuerzo sobre humano que hizo para poder pagar la carrera de si hija, trabajaba todo el día y en la noche limpiaba en silencio la casa de la profesora que educó a Nahí.

Fueron días duros pero tenia que centrarse en terminar la carrera, en honor a su madre sacó la mejor nota de todas y como era tradición la primera alumna de promoción debía dar el discurso a todo el mundo. Tal día llego y cuando subió al escenario solo supo decir entre lágrimas:

- Gracias mama.

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